Lo peor de que te roben la portátil no siempre es la pérdida del equipo, sino que muchas veces los datos que hay en su interior son mucho más valiosos, pero hay varios programas de software que permiten rastrear al ladrón y, eventualmente, recuperar la PC.
Adeona
Se trata de una aplicación de código abierto que trabaja en modo cliente-servidor y se presenta como el único sistema que no depende de un servicio centralizado para informar de la localización de una portátil robada y lo mejor de todo a diferencia de otros que ya existen en el mercado, es gratuito.
Los desarrolladores de Adeona (Universidad de San Diego y Washington) afirman que "Sólo el usuario tiene la clave para acceder a sus datos en Adeona y ello asegura que no habrá terceras personas que puedan localizar la PC", también y con orgullo que se trata de un software de código abierto, lo que permitirá a sus usuarios modificarlo para adaptarlo a sus necesidades o desarrollar otras aplicaciones. Así, por ejemplo, confían en que alguien desarrolle un sistema de localización por GPS que funcione en otros aparatos, como el teléfono móvil iPhone, y que permitiría ver sobre un mapa de Google, por ejemplo, aproximadamente dónde está nuestro portátil robado.
Primero, debes instalar el cliente en tu PC y escoger una contraseña segura que sólo tú conozcas. Automáticamente, Adeona se encargará de monitorear la localización de tu portátil ejecutando un script en segundo plano, y a la vez estará recogiendo información cifrada como direcciones IPs y otras características de la red que permitirían ubicarla.
Cada vez que quieras consultar los datos que Adeona ha recogido, sólo tienes que acceder con tu contraseña e indicar la franja de tiempo en concreto que quieres monitorizar para que el programa te dé los resultados.
Por último, no te olvides que desde la propia web de Adeona recomiendan a sus usuarios a que, en caso de pérdida o robo real, no traten de recuperar la PC por si mismos, sino que acudan a la autoridad competente en cada caso.
Enlace: Adeona
LaptopLock
Los desarrolladores de este software proponen otra solución. Instalando un pequeño programa en la portátil, si esta es robada o extraviada solo tenemos que indicarlo en su página web y, la próxima vez que se conecte a Internet, la PC realizará una serie de acciones previamente programadas como pueden ser cifrar ciertos archivos o ficheros, borrar otros, mostrar mensajes en pantalla, ejecutar algun programa, etc...
El sistema guarda la dirección IP de cada conexión, por lo que sería posible intentar localizar a quien la está usando.
Como medida única no creo que sea la más efectiva, ya que se puede evitar simplemente no conectándose a Internet, pero como complemento a otras puede servirnos perfectamente.
Enlace: LaptopLock
Otros programas
En el mercado existen programas similares como Lojack y Brigadoon PC Phone Home, pero cuestan unos 30 dólares al año y a muchos usuarios les preocupa también que información delicada como la localización de su equipo acabe en manos de empresas comerciales.
Uso de Cokies
sábado, 19 de julio de 2008
domingo, 6 de julio de 2008
Cambió el mundo y nadie lo oyó...
BBC Mundo
Hace 150 años se expusieron por primera vez las ideas de Charles Darwin... que pasaron inadvertidas.
Una de las más radicales ideas de la historia reciente se expuso al público por primera vez hace ahora siglo y medio, aunque sin fanfarria.
El 1º de julio de 1858, los asistentes a una reunión de la Sociedad Linneana de Londres conocieron detalles de la obra que en esos momentos desarrollaba el naturalista Charles Darwin.
Su gran obra, "El Origen de las Especies", en la que expuso sus ideas sobre la selección natural y la teoría de la evolución, no se publicaría hasta un año más tarde.
Y a pesar del interés que la obra despertó desde la misma aparición del libro, la primera exposición de la teoría darwinista en 1858 atrajo poca atención.
Sin penas ni glorias
De todo el ideario que dio forma al mundo moderno, ninguno ha perdurado tanto como el darwinista.
Se supondría que la aparición de una teoría que desacreditaba la intervención divina en la creación de la diversidad natural hubiese generado una enorme controversia.
Pero no fue así. De hecho, hoy se debaten más las ideas del naturalista inglés que cuando por primera vez fueron expuestas al público.
Aquella primera vez apenas se entendieron sus ideas.
Uno más...
La Sociedad Linneana, dedicada al estudio y la difusión de la taxonomía, es la más antigua de su tipo en el mundo.
Aquel 1º de julio, los miembros de la sociedad presentes en la reunión leyeron estudios científicos sobre temas como la vegetación de Angola o un nuevo tipo registrado de melón.
Y entre ellos, como uno más, se leyó el estudio de Darwin "Sobre la tendencia de las especies a formar variedades".
Muy poco antes de la reunión, Darwin había perdido a su hijo víctima de escarlatina y por esa razón no estuvo presente y otras personas procedieron a la lectura de su estudio.
Nueva era, vieja rutina
Entre papeles y palabras, en una larga reunión, las ideas darwinianas pasaron inadvertidas.
Así, el aburrimiento y la confusión convirtieron lo que luego se denominó como el nacimiento de una nueva era del pensamiento humano en un evento nada especial y sí muy rutinario.
Más tarde, Darwin recordaría la única crítica que se hizo de su trabajo expuesto en la Sociedad Linneana.
Según el crítico, el trabajo del padre de la Teoría de la Evolución estaba errado en todas sus ideas originales, y sólo valía por aquello en lo que no rompía con los moldes tradicionales.
No sería hasta un año más tarde, con la publicación de "El origen de las especies mediante la selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida" que la teoría de la selección natural comenzara a revolucionar el mundo.
Y que se le llegara incluso a calificar en el campo científico como "la mejor idea de todos los tiempos".
Hace 150 años se expusieron por primera vez las ideas de Charles Darwin... que pasaron inadvertidas.
Una de las más radicales ideas de la historia reciente se expuso al público por primera vez hace ahora siglo y medio, aunque sin fanfarria.
El 1º de julio de 1858, los asistentes a una reunión de la Sociedad Linneana de Londres conocieron detalles de la obra que en esos momentos desarrollaba el naturalista Charles Darwin.
Su gran obra, "El Origen de las Especies", en la que expuso sus ideas sobre la selección natural y la teoría de la evolución, no se publicaría hasta un año más tarde.
Y a pesar del interés que la obra despertó desde la misma aparición del libro, la primera exposición de la teoría darwinista en 1858 atrajo poca atención.
Sin penas ni glorias
De todo el ideario que dio forma al mundo moderno, ninguno ha perdurado tanto como el darwinista.
Se supondría que la aparición de una teoría que desacreditaba la intervención divina en la creación de la diversidad natural hubiese generado una enorme controversia.
Pero no fue así. De hecho, hoy se debaten más las ideas del naturalista inglés que cuando por primera vez fueron expuestas al público.
Aquella primera vez apenas se entendieron sus ideas.
Uno más...
La Sociedad Linneana, dedicada al estudio y la difusión de la taxonomía, es la más antigua de su tipo en el mundo.
Aquel 1º de julio, los miembros de la sociedad presentes en la reunión leyeron estudios científicos sobre temas como la vegetación de Angola o un nuevo tipo registrado de melón.
Y entre ellos, como uno más, se leyó el estudio de Darwin "Sobre la tendencia de las especies a formar variedades".
Muy poco antes de la reunión, Darwin había perdido a su hijo víctima de escarlatina y por esa razón no estuvo presente y otras personas procedieron a la lectura de su estudio.
Nueva era, vieja rutina
Entre papeles y palabras, en una larga reunión, las ideas darwinianas pasaron inadvertidas.
Así, el aburrimiento y la confusión convirtieron lo que luego se denominó como el nacimiento de una nueva era del pensamiento humano en un evento nada especial y sí muy rutinario.
Más tarde, Darwin recordaría la única crítica que se hizo de su trabajo expuesto en la Sociedad Linneana.
Según el crítico, el trabajo del padre de la Teoría de la Evolución estaba errado en todas sus ideas originales, y sólo valía por aquello en lo que no rompía con los moldes tradicionales.
No sería hasta un año más tarde, con la publicación de "El origen de las especies mediante la selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida" que la teoría de la selección natural comenzara a revolucionar el mundo.
Y que se le llegara incluso a calificar en el campo científico como "la mejor idea de todos los tiempos".
jueves, 3 de julio de 2008
Pancho Villa visitaba hasta cinco novias en un día
Hasta a cinco novias visitaba en un día el líder revolucionario mexicano Pancho Villa (1878-1923), afirma su chófer y hombre de confianza, Juan Carlos Caballero, que al cumplir 108 años revela ésta y otras anécdotas.
"El Centauro del Norte"
Caballero fue chófer del llamado "el Centauro del Norte", hombre arrojado que gustaba de las cámaras de cine, al punto de que, según sus biógrafos, retrasaba o adelantaba sus combates para que hubiera buena luz natural para la filmaciones. Entre los recuerdos que rememora con lucidez, Caballero cuenta cómo llevaba al héroe de la revolución a visitar hasta cinco mujeres en un día, lo que confirma su fama de mujeriego.
"Yo lo llevaba como cinco veces con las muchachas, tenía mucho aguante pa' las mujeres, era un caramba, ¡qué bárbaro! tenía mucho aguante", dijo Caballero, quien hoy festeja su cumpleaños en un asilo de ancianos en la ciudad mexicana de Monterrey.
Los mexicanos tienen un dicho que alude a la fama de mujeriego del revolucionario, cuyo nombre verdadero era Doroteo Arango: "Estoy como Pancho Villa, con mis dos viejas (mujeres) a la orilla".
Su mujer, Luz Corral, también conocía esa fama e intentaba saber, a través de Caballero, a dónde iba su marido.
Corral "me coqueteaba con tal de que yo le dijera a dónde llevaba a mi general", aseguró su antiguo chófer.
Caballero fue chófer del llamado "el Centauro del Norte", hombre arrojado que gustaba de las cámaras de cine, al punto de que, según sus biógrafos, retrasaba o adelantaba sus combates para que hubiera buena luz natural para la filmaciones. Entre los recuerdos que rememora con lucidez, Caballero cuenta cómo llevaba al héroe de la revolución a visitar hasta cinco mujeres en un día, lo que confirma su fama de mujeriego.
"Yo lo llevaba como cinco veces con las muchachas, tenía mucho aguante pa' las mujeres, era un caramba, ¡qué bárbaro! tenía mucho aguante", dijo Caballero, quien hoy festeja su cumpleaños en un asilo de ancianos en la ciudad mexicana de Monterrey.
Los mexicanos tienen un dicho que alude a la fama de mujeriego del revolucionario, cuyo nombre verdadero era Doroteo Arango: "Estoy como Pancho Villa, con mis dos viejas (mujeres) a la orilla".
Su mujer, Luz Corral, también conocía esa fama e intentaba saber, a través de Caballero, a dónde iba su marido.
Corral "me coqueteaba con tal de que yo le dijera a dónde llevaba a mi general", aseguró su antiguo chófer.
Un Villa desconfiado
Caballero se enroló en las filas que comandaba Villa, la División del Norte, a los 14 años y gracias a que su padre tenía un automóvil Ford en el que aprendió a conducir, el líder rebelde lo hizo su chófer durante dos años y medio.
Mencionó que Villa era muy desconfiado y temía que lo mataran dormido, por lo que se acostaba en un sitio y durante la noche se cambiaba "como diez o doce veces de lugar".
"Cuando mataron a mi general (Villa, abordo de un automóvil), yo había dejado de ser su chófer como dos o tres días antes", dijo Caballero.
Explicó que días antes del asesinato soñó que su madre había fallecido, por lo que tomó la decisión de decirle a Villa que abandonaba las filas para visitar a sus familiares.
Un bandolero famoso
Antes de partir, recibió de manos del jefe de la División del Norte "un puñado de monedas de oro", que regaló a su madre.
Francisco Villa había sido bandolero en el estado norteño de Chihuahua, pero cuando el general Victoriano Huerta asesinó al presidente Francisco Madero, en 1913, se levantó en armas para derrocarlo, situación que provocó que la Revolución se prolongará de 1910 a 1917.
"Me fui a la Revolución porque no me gustaban ni me gustan las injusticias, hasta la fecha, por eso peleé yo", afirmó Caballero, quien tiene cuatro hijos que viven en los Estados Unidos.
"No niego que haya sido algo duro en la Revolución, pero todo porque los ricos no le pagaban al pobre", agregó.
Juan Carlos Caballero lamentó que a pesar de la lucha armada que sufrió el país, aún se ven muchas injusticias "por todos lados".
Pensión Revolucionaria
Después de la muerte de Pancho Villa, Caballero se fue a la ciudad de Pensilvania, en Estados Unidos, donde vivió 18 años; se casó, pero después regresó a México.
"Me siguen dando mi pensión de veterano de la Revolución, unos $150, y me dan del gobierno del estado (de Nuevo León) un apoyo de casi $50, tuve cuatro hijos, tres hombres y una mujer, pero me dejaron solito", señaló Caballero.
Mencionó que tiene un buen estado de salud -camina todos los días ocho kilómetros-, aunque tiene una catarata en el ojo derecho.
"Estos días me he sentido un poco tristón, porque me iban a llevar para que me atendieran, ya estaba la orden, pero no me han llevado, no sé si me iban a dar pupilentes (lentes de contacto), pero no me los han dado", afirmó.
"Tengo nada más una catarata, pienso, ojalá y que así sea, que si me ponen un pupilente, sí alcanzo a ver", concluyó el ex chófer de Villa.
Texto: Univision.com
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